Top Dating México

🏳️‍⚧️🏳️‍⚧️UNA TRANSEXUAL EN EL CARIBE🏳️‍⚧️🏳️‍⚧️

UN RELATO ANÓNIMO
Mi primera vez con una trans, fue casi que una casualidad, estaba yo de vacaciones laborales de viaje en una isla del caribe y decidí descargar una app de citas,por cierto...la recomiendo a todos.

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 Cómo iba diciéndo,los primeros dias no tuve nada de suerte al cuarto día me escribió Jasmine, blanca, cabello negro liso, ojos cafés y buenas curvas, empezamos la conversación muy socialmente hasta que llegamos al punto de las fotos(en su perfil no decía que era trans).

Al momento de las fotos fueron subiendo más y más de temperatura, pero si note que nunca me enseñaba su parte delantera, procedo a preguntarle el porqué? A lo que apenada me responde que es porque tenía pene, yo ya tenía cierta curiosidad por las trans y estaba tan caliente que no me importó yo quería conocer a Jasmine, concretamos una cita para esa misma noche, cenamos hablamos de trivialidades y de repente nos quedamos callados unos segundos y me preguntó te gusta bailar?

Salimos del restaurant y nos fuimos a la discoteca del hotel donde me hospedaba, allí pedimos Vodka ya que ella le gustaba, empezamos a tomar y bailar cada vez más sensual, hasta que quedamos frente a frente y no aguante la tome de la cintura y la bese ella enseguida me respondió el beso(de los mejores besos que me han dado), empezamos a jugar con nuestras lenguas yo la apreté más hacia mi y baje mis manos a sus nalgas, por un momento éramos solo ella y yo en la discoteca, fue tanto la temperatura que le dije querés subir a mi habitación? Ella respondió que sí con una media sonrisa y nos fuimos, besándonos y tocándonos por todo el hotel y en el ascensor, entramos a la habitación y me dijo ¿nos duchamos? A lo que por supuesto respondí que sí.

Ella empezó a desnudarse dejándome observar una lencería blanca de encaje espectacular, luego ella misma empezó a desvestirme mientras me besaba, nos metimos a la ducha y ella recorría mi cuerpo con el jabón de baño mientras no apartaba su boca de la mía, yo recorría su espalda y nalgas a placer, por un momento se detuvo en mi verga y empezó a masturbarme con un movimiento sutil y continuo yo manoseaba y lamía sus senos, hasta que me dijo vamos a la cama, así mismo mojados nos fuimos a la cama, ella me pidió que me acostara se vino lentamente hacia mi y yo solo podía ver su figura, empezó recorriendo mis piernas hasta llegar a mi verga y empezó a darme la mejor mamada de mi vida.

 Se la metía toda en la boca, luego subió de forma que me ponía todo su culo a mi placer, empecé hacer pequeños círculos con mi dedo en su ano, le ponía un poco de saliva y metí el primer dedo ella al sentirlo gimió y terminó de acomodarse para quedar en un 69 exquisito, ella comía mi verga mientras yo comía su culo, luego paró y me dijo quiero empezar yo arriba, se acomodo mi verga en su culo y bajó lentamente hasta que entró toda, quedó frente a mí y empezó a cabalgar de menos más, yo le besaba la boca y sus tetas disfrutando que como me estaba montando, luego me dijo quiero que me cojas en 4 y así fue escupí su culo y le enterré toda la verga de nuevo la bombeaba y ella solo pedía más y más ya cuando estaba apunto de acabar me pidió que si le podía dar la leche en la boca y por supuesto le cumplí su petición, esa noche cogimos cinco veces y fueron de los mejores polvos de mi vida. 

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🏳️‍⚧️👠MI CAMBIO DE SEXO, TRANS👠🏳️‍⚧️

Anónimo
Hola! Me presento, soy Daniela, una chica trans de México. Tengo 22 años y casi dos de terapia de reemplazo hormonal. Esto me ha ayudado al crecimiento de mis caderas y nalgas, así como a favorecer el desarrollo de una piel más suave. Mis senos -a pesar de tener la forma decididamente femenina- aún son pequeños, pero por el momento no me disgusta, ya que pasó por una mujer delgada (que sí lo soy) y atlética. Creo ser muy bonita de cara: tengo ojos grandes, nariz delgada y labios finos; mi cabello es abundante, y si bien no es lo largo que me gustaría, bien peinado luce increíble. Así soy al día de hoy y me gusta.

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Como muchas, mi lugar en el mundo lo empecé a intuir desde mi adolescencia. No es que me gustara jugar con muñecas, ni cambiarles el pañal a bebés de plástico. Pero por algún motivo que aún ignoro, mi cuerpo no se desarrolló como el de mis compañeros. Y al cumplir la mayoría de edad, era más que evidente que había algo raro en mí: mis glúteos eran más grandes y redondos que los de los demás hombres. Había una curva que ya se formaba entre mi delgada cintura y las caderas que, si bien no eran como las que tengo hoy, si eran más prominentes incluso que las de algunas chicas de mi edad. Además, mi piel es blanca y lampiña y mi voz algo andrógina. Esto me causaba ya algunos conflictos: en la universidad solían tratarme como mujer, en la calle me gritaban piropos (algunos muy groseros) y en muchos sitios se sorprendían cuando mostraba mis credenciales y se mostraba el sexo masculino.

He de confesar que, cuando era más joven, esas confusiones me desagradan. Pero con el paso del tiempo, entendí que posiblemente era el mundo quien estaba en lo correcto: yo tenía más el tipo de una chica.

Así que, un día en que no hubo clases en la Universidad (recién había iniciado mis estudios ahí), me infiltre al cuarto de mi mamá. Ella trabajaba todo el día, por lo que en la casa solo estábamos yo y mis encendidas dudas. Tomé de su cajón unas bragas cacheteras que hacía mucho que no se ponía, unas pantimedias, una falda corta y una blusa ligera. Un sujetador y unas zapatillas de tacón bajito completaron el vestuario que me pondría por vez primera. Entonces me desnudé por completo, y me fuí acomodando cada prenda. Ahí descubrí la maravillosa sensación de tener unos calzones diminutos pero cómodos, la suavidad de las telas y lo bien que me ajustaba todo. Antes de verme al espejo, solté mi cabello y lo peiné de la manera más femenina que se me ocurrió. Y entonces sucedió.

Lo que pude apreciar en la imagen reflejada era bellísimo: la falda daba un brinco en mi trasero y caía delicadamente en unas piernas largas y estilizadas. La blusa me quedaba ceñida y me hacía ver más delgada y linda. Y muy sexy. Y sensual. Mi cabello castaño hacía un magnífico marco a una cara que, aún sin gota de maquillaje, lucía bonita y agradable y todo lo que aparecía en ese reflejo gritaba al cielo que una hermosa muchacha habitaba ahí. Y entonces lloré, porque me di cuenta de que está era la imagen que estaba guardada en mi imaginación todo este tiempo. Porque descubrí que, a partir de esos momentos, mi vida estaría consagrada a reivindicar esta forma de ser, y que no me importaban más las consecuencias a fin de dejar vivir a Daniela e ir dejando en el olvido a quien, en un mal día, se le llamó Daniel...

Espero que les haya gustado este breve relato de mi vida. En los siguientes días iré comentando más al respecto y de la vez que me entregué a mi primer hombre...lo conocí en crossytrans.com me encanta esta página, conoces mucha gente que te entienden a la perfección ya que se sienten chicas como yo.